TEXTO DRAMÁTICO 55.
EDIPO BAJO EL ASFALTO DE AXÁRCHIA
de ADOLFO SIMÓN
EDIPO.- Hurgo bajo las piedras de la plaza de Axárchia, buscando restos de otro tiempo que me ayuden a entender el presente…
Soy como esos animales que se sumergen en la basura o que construyen laberintos bajo tierra para sobrevivir…
Ahí estoy, en un amanecer sin luz, sin posibilidad de encontrar la salida al mar…
Es mentira que bajo las baldosas está el mar…
De nuevo, la Historia… Miente!
Me tatúo una máscara llena de tumores, como estigmas de hoy…
Me convierto en un súper héroe sin poderes que transita por los callejones hasta llegar a la espalda del Museo Arqueológico, allí, agazapado como un animal rabioso, araño y muerdo las paredes, horadando el muro que me permita acceder a las salas donde se custodian los tesoros, quiero destruir cualquier resto del pasado que me ahoga en la miseria y la pobreza de hoy…
Y me cuelo por las alcantarillas para llegar a las calles que me lanzarán cuesta abajo, hacia el Partenón; huyendo de la policía que teme por mis actos… Saben que soy un griego venido del futuro para romper los mármoles del pasado…
Frente al Partenón, como un semi dios en paro, miro la grandeza del pasado vestida de grúas y maquinaria, así nos sentimos los griegos, como piedras viejas apuntaladas…el gran teatro de cartón piedra.
Y antes de soñar que lo destruyo, me pregunto, por qué me siento tan insignificante ante el mundo, por qué si soy Edipo Axarquía no tendré un lugar en la historia.
No hay razones para vivir ni tampoco para morir, solo hay un halito de respiración para sobrevivir entre el asfalto y la miseria.
Debería romper las cadenas de mi cabeza y quemarme vivo a los pies de la estatua de Eurípides pero…
¿Qué sentido tendría?...
Aparecería apenas en una línea de los titulares de economía…
Y reposaría en las tumbas del olvido.
Edipo Axárchia no será representado en grandes y épicos teatros, soy y seré ese personaje sin biografía ni trascendencia.
No soy teatro porque soy la vida muerta.
¿Qué me queda como griego del siglo XXI para seguir respirando?...
Poco, apenas nada… la esperanza inútil sobre un posible cambio que nunca ocurrirá…
Demasiadas ruinas por todas partes, en la cabeza, en la piel, en el corazón…
Todo está impregnado de fosilización… y así, los futuros embriones se guardarán en un laboratorio, en alcohol, muertos y fagocitados, con una etiqueta sin fecha.
Yo, Edipo Axárchia:
Maldigo a todos los que hacen fiesta del horror…
Maldigo a los que no nos dejan morir sin heroísmo…
Maldigo al mundo que se apropia de la belleza para convertirla en basura…
Maldigo al tiempo sin esperanza que hemos heredado…
Maldigo a los poderosos que no miran las cabezas que pisan al andar…
Maldigo a mis hijos muertos por nacer…
Maldigo a mis muertos por haber nacido…
Maldigo a la vida por ser una hipoteca sin fin…
Y maldigo a mi nombre por no estar escrito en las estrellas…
Y maldigo mis entrañas mientras me arranco los ojos al reconocer que he violado a mi madre Grecia a espaldas del Partenón.
2017